Acceso a la energía limpia y a las vacunas contra el Covid-19 son Derechos Humanos

  • 21 diciembre, 2020

“Los gobiernos deben actuar para corregir el rumbo hacia una recuperación verde»

El Derecho Humano al acceso a las vacunas contra el Covid-19 es algo indiscutible, pues Organizaciones No Gubernamentales internacionales han dado a conocer que gobiernos de países desarrollados tienen la intención de comprar hasta cinco veces más vacunas que el número total de su población. Mientras que, según las mismas ONG’s, casi 70 países pobres sólo podrán vacunar a una de cada 10 personas contra el Covid-19 en el 2021.

Desplegar aún más las tecnologías limpias para la generación de energía como la fotovoltaica y eólica, harán posible disminuir los estragos ocasionados por el Cambio Climático, la otra gran crisis global que ya se padece en diferentes regiones de los cinco continentes y la vivimos todos los que habitamos en esta casa común que es nuestro planeta: Más de siete mil 625 millones de seres humanos.

Bajo este contexto, IRENA, la Agencia Internacional de Energías Renovables da a conocer un texto revelador sobre lo que ha venido a representar la generación de energía eléctrica vía tecnologías limpias en el contexto de la pandemia global, un texto puntual sobre el panorama energético de países desarrollados y naciones pobres; la desproporción manifestada en presupuestos públicos para continuar incentivando la generación de energía vía combustibles fósiles generadores en gran medida del fenómeno de Cambio Climático.

“Ocho meses después de llamar a la acción en respuesta al Covid-19, la Coalición para la Acción de la Agencia Internacional de Energías Renovables, conocida por sus siglas en inglés como IRENA, hace un llamado a los gobiernos de todo el mundo a intensificar sus esfuerzos hacia una recuperación ecológica renovable.

Mientras algunos países han propuesto medidas para impulsar aun más las Energías Renovables e incluso anuncian incrementar el número compromisos climáticos ambiciosos, muchos otros aún tienen que tomar medidas primarias para avanzar hacia una recuperación post-Covid-19″

Al reorientar las inversiones hacia las Energías Renovables, Eficiencia Energética y otras tecnologías disruptivas además de otro tipo de infraestructuras, los gobiernos podrían generar incrementos inmediatos en el índice de su Producto Interno Bruto, incentivar el empleo y marcar el rumbo de una recuperación económica segura para el medio ambiente.

Las Energías Renovables ha demostrado que pueden desplegarse rápidamente de forma limpia, ininterrumpida y rentable, habilitando servicios de energía para comunidades remotas y vulnerables. Durante el Covid-19, las Energías Renovables han mostrado una mayor resiliencia que otros sectores energéticos y, por lo tanto, sigue creciendo en términos de capacidad de generación.

Los gobiernos de todo el mundo están movilizando recursos para combatir el virus, proteger los medios de subsistencia y mantener economías a flote. A medida que dirigen su atención hacia las estrategias de recuperación a más largo plazo, deben reevaluar continuamente si sus medidas de estímulo son adecuadas para su propósito. Cualquier desaceleración en la inversión, o la falta de estímulo para aumentar la inversión, en Energías Renovables dejará al mundo dependiente de los combustibles fósiles, en un momento en el que lo que se necesita es una aceleración significativa hacia la Transición Energética.

Los miembros de la coalición instan a los gobiernos a cumplir las siguientes seis acciones:

  1. Reevaluar las medidas de estímulo y corregir el rumbo para asegurar una recuperación ecológica en consonancia con los objetivos climáticos globales.
  2. Elevar las ambiciones políticas y aclarar los planes a largo plazo para la generación renovable y consumo, tanto centralizado como descentralizado.
  3. Garantizar que los mercados de la energía puedan ofrecer continuidad y estimular la inversión y el crecimiento en renovables.
  4. Priorizar las Energías Renovables como componente clave de las políticas industriales.
  5. Alinear las políticas laborales y educativas con una transición energética justa.
  6. Intensificar la cooperación y la acción internacionales sobre COVID-19 reconociendo la energía renovable como parte clave de la solución.

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